Mi gata Chavela
No es una gata.
Ni siquiera un gato.
Es una utopía moribunda.
Es un sueño adolorido.
Se acurruca en el alféizar
De la ventana que da al jardín,
Y persigue pelusillas
De dientes de león atolondradas.
Juega con hebras de hilo verde
Y ronronea de madrugada
Mientras sueña con barcos veleros a la deriva.
Parece algodón de azúcar
Y huele a jazmín recién nacido.
Me ama.
La amo.
Mi gata Chavela
No es una gata.
Tampoco un gato.
Ni siquiera es.
Pronto será.
Yo también la espero.
No es una gata.
Ni siquiera un gato.
Es una utopía moribunda.
Es un sueño adolorido.
Se acurruca en el alféizar
De la ventana que da al jardín,
Y persigue pelusillas
De dientes de león atolondradas.
Juega con hebras de hilo verde
Y ronronea de madrugada
Mientras sueña con barcos veleros a la deriva.
Parece algodón de azúcar
Y huele a jazmín recién nacido.
Me ama.
La amo.
Mi gata Chavela
No es una gata.
Tampoco un gato.
Ni siquiera es.
Pronto será.
Yo también la espero.